¡Viva la santa!
Nací un 22 de enero hace una pila de años. Fui la cuarta y la más jodida hija de unos padres cuarentones. Llegué a destiempo
Nací un 22 de enero hace una pila de años. Fui la cuarta y la más jodida hija de unos padres cuarentones. Llegué a destiempo
Duerme, duerme negrito que tu mama está en el campo negrito… les cantaba a mis hijas blancas a la hora de dormir. Y si negro
La nostalgia es un sentimiento indefinible. La nostalgia se siente nomás. Que es cosa de viejos, dicen. Que hay que superarla, dicen. Que nos puede
Mamá lavaba la ropa blanca con «azul» para que quedara blanquisima. Se la dejaba enjabonada de un día para otro. Pero si le caía el
A fines de los años sesenta el centro histórico de Quito no era aún Patrimonio de la humanidad, era de una hermosura solemne y de
Escribo este texto en esta ciudad de esquinas recortadas, de miradas que parecen esconder alguna nostalgia, de ruidos y voces penetrantes, de tango, bandoneón y
En la foto mi abuelo sostiene la quijada de mi abuela, intenta levantar la cara agachada. Él sonríe, ella tiene los ojos cerrados y los
Luego de haber pasado cinco dias escribiendo, en una residencia de escritura con Leila Guerriero, en una finca (estancia de acá) cercana a la población
La sinuosa y recién inaugurada carretera a Santo Domingo de los Colorados nos mareó, nos agotó. Si bien el paisaje cambiaba y el calor y
¡Susi, por favor, deja de jugar con las velas!, era la cantaleta de mamá cuando se «iba la luz». Mi hermana era imparable. Se unia