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En la evolución del pensamiento humano, probablemente el arte fue el inicio de la civilización. Las pinturas rupestres son testimonio de cuando el lenguaje aún era incipiente, de ahí que los pueblos que más produjeron eventos culturales son quienes aceleraron su evolución.

Luego de muchos años retorné al alma mater, la Universidad Central, para asistir a un interesante evento preparado por la Orquesta Experimental, que se realizó en el auditorio de la Facultad de Artes, donde jóvenes estudiantes bajo la dirección de la consagrada Andrea Vela lucieron sus talentos, con inclusión de voces corales.

El evento presentó arreglos de música japonesa y nacional, a la vez que inauguró la obra ‘El duende’, creada por el maestro ruso, Leonid Kolesov. Armoniosamente sonaron arreglos de composiciones japonesas, nacionales y latinoamericanas, realizados por la directora y los profesores de la facultad. El público disfrutó y quedó satisfecho e impresionado por la calidad del evento.

Entre política y arte a través de la historia, hubo encuentros y desencuentros, todo en función de la mentalidad de los gobernantes, puesto que el arte es considerado como una de las más libres expresiones del pensamiento y la creatividad, incluyendo el fundamental aporte al desarrollo de la cultura de los pueblos. Por esto la Central ha dado el paso clave para enfatizar en el desarrollo espiritual de la juventud, para que motivada encuentre el camino al conocimiento de valor.

Con la colaboración del Gobierno japonés la facultad logró la donación de valiosos equipos de audio para el teatro, que probaron su eficiencia durante el evento musical, en el que la directora mostró su capacidad de entusiasmar y dirigir la ejecución de ese conjunto de jóvenes músicos que esperan que su destino sea incentivado por un Estado a veces indolente con las expresiones artísticas y con la cultura en general. Por eso, reducir presupuestos es el camino equivocado.

https://www.lahora.com.ec/editorial/columnistas-nacionales/eduardo-naranjo-cultura-y-arte

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