El algoritmo del juicio final

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Entramos en el 2025, un año lleno de posibilidades y curiosidades que nos conectan con la magia de los números y la mente brillante de John Horton Conway, uno de los más grandes matemáticos del siglo XX. Entre sus muchos aportes al mundo de las matemáticas, destaca el algoritmo del juicio final (Doomsday Rule), un método ingenioso y sencillo que permite calcular el día de la semana de cualquier fecha en cuestión de segundos. ¿Y qué nos dice este algoritmo? Que el 4 de abril, el 6 de junio, el 8 de agosto, el 10 de octubre y el 12 de diciembre de 2025 caerán en viernes.

El truco radica en que esos días señalados —llamados «Doomsdays» por Conway con su característico humor— siempre coinciden en el mismo día de la semana dentro de un mismo año. En 2025, serán viernes. Pero la magia no termina allí: también comparten su día con el «0 de marzo», que Conway definió como el día que precede al 1 de marzo (el 28 o 29 de febrero, dependiendo de si el año es común o bisiesto).

Este método no solo nos permite saber que mi cumpleaños, el 5 de abril, será un sábado, sino que también nos invita a observar el orden detrás de lo que parece aleatorio. La belleza de este algoritmo nos conecta con patrones ocultos en el tiempo, recordándonos que incluso en lo cotidiano hay maravillas matemáticas esperando ser descubiertas.

Más allá de su utilidad para calcular fechas, el algoritmo es un ejemplo fascinante de cómo las matemáticas pueden hacer nuestra vida más comprensible y divertida. Cada 12 años, el calendario avanza exactamente un día, y la regla modular detrás de este cálculo es un recordatorio de que los números gobiernan tanto lo simple como lo complejo en nuestras vidas.

Conway también encontró paralelismos entre su regla y una baraja de cartas. ¿Sabías que los valores de las cartas suman 364, casi como los días de un año común? Agregando un comodín, llegamos a los 365 días. Coincidencias como estas no solo son curiosidades, sino también ejemplos de cómo las matemáticas conectan nuestro mundo con el orden y la simetría.

Mientras avanzamos en este nuevo año, el algoritmo de Conway nos recuerda que la observación y la curiosidad son las herramientas más poderosas de la ciencia y la vida. Así como desciframos días y fechas, también podemos descifrar retos y oportunidades, encontrando patrones que nos ayuden a avanzar, eso sí nada que ver con la astrología.

¡Feliz 2025! Que este año sea tan sorprendente y fascinante como los descubrimientos matemáticos que nos acercan al corazón del universo.

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