¡Recuerdos inolvidables!

“Las opiniones publicadas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan la opinión de la Asociación de Cotopaxenses Residentes en Quito. Todas las opiniones han sido publicadas con la expresa autorización de sus autores.

No existen palabras para describir el encanto que significa volver a la tierra que nos vio nacer, crecer, enamorarnos. Ese lugar mágico, nos hace sentir orgullo de pertenencia, por su su entorno, su gente, su historia; la hace especial tanto por sus calles empedradas y angostas, su volcán esplendoroso y único, como sus prados frondosos, con olor a sus árboles robustos de eucalipto. Nos embarga una especie de “saudade”, término portugués que significa sentimiento de lo amado, de melancolía y añoranza por volver.

Gracias a ese “saudade” criollo, un grupo de amigos de raíces latacungueñas y cotopaxenses, que se reúnen regularmente para tomar un café en Cumbayá, decidieron realizar un paseo a la inclita ciudad de Latacunga. Se trata de un Grupo que ha ido creciendo -originalmente estuvo compuesto por dos personas- gracias al interés natural por compartir, disfrutar, y, sobre todo, recordar. Se charla de todo un poco: hemos llegado casi a solucionar todos los problemas políticos del país. El pedido general es hablar alto para oír bien, ya que hay miembros patriarcas sub 90, los más somos sub 80 y muy pocos sub 70.

El viaje se realizó en una pequeña furgoneta con capacidad para 15 pasajeros. Hernán Maldonado, fue el eficiente encargado de conseguir el transporte y realizar los pagos respectivos, previa anotación para no olvidar a los que faltan de poner la cuota.

Salimos de Cumbayá a la 08h00 del día miércoles 5 de junio, como festejando el día del liberalismo. Los pasajeros: Marco Tulio Varea Suárez, Nicolás Maldonado Chiriboga, Esteban Zambrano Varea, Pablo Emilio Maldonado Chiriboga, Gonzalo Pazmiño Holguín, Eduardo Naranjo Cruz, Diego Pazmiño Holguín, Germánico Mayorga Basantes, Hernán Maldonado Vásconez, Hernán Estupiñán Maldonado, Maximiliano Naranjo Iturralde, y obviamente el señor Chofer.

Como podrán darse cuenta, este infeliz vehículo movilizaba como a 800 años de huesos pesados. Claro está que durante el viaje no podía faltar uno que otro “estimulador” de 40 grados para hacer más llevadera la travesía, más aún si teníamos que pasar por el “chasqui” donde el cuerpo requiere mayor estímulo. Solo pocos se abstuvieron de aceptar una “copita” -por eso de las reumas y achaques-, pero eso ayudo pues “mientras menos bocas más nos toca”. Y así, entre risas y chacota, llegamos a Lasso: no podíamos resistirnos a las famosas “tortillas de palo”. (Por fortuna

Germánico Mayorga y Alejandro Maldonado, a su regreso a Quito la semana anterior, habían recomendado que reserven 80 tortillas, ya que vendrán el miércoles venidero algunos coterráneos con “hambres atrasadas”).

Visitar “Tilipulo” era el siguiente objetivo.  Fuimos recibidos muy cordialmente por Paulina Alexandra López, asistente administrativa de la Dirección de Cultura y Patrimonio del GAD Latacunga. Además, es guía turística bilingüe en Tilipulo. Paúl García se dio tiempo para darnos su explicación sobre la historia de esta hacienda, patrimonio de la ciudad; además, ya en el parque de la ciudad,nos habló sobre nuestro mayor benefactor, el Dr. Vicente León y Argüelles, para luego pasear por algunas calles y disfrutar mirando algunas Iglesias, penosamente cerradas al público. Conocimos que Gabriel Cisneros Abedrabo ha sido designado como nuevo Director de Patrimonio y Cultura, a quien felicitamos y le comprometemos priorizar acciones que redunden en la conservación y mantenimiento adecuado de este lugar distintivo para los latacungueños.

Teníamos que almorzar y acudimos al icónico y más representativo de los lugares de Latacunga: el “Club Cotopaxi”, lugar y paradero de nuestros antepasados. Amigos, socios y compañeros nos recibieron y acompañaron con el mismo afecto y sentimiento fraternal de siempre. Muchos recuerdos y anécdotas aparecieron: el mismo cariño y respeto de antaño se vio reflejado a pesar del inclemente paso de los años. Hay una nueva generación de socios que está a cargo del Club, presidido por Fernando Torres Donoso, quien, junto a Carlos Hugo Páez Moscoso, Rafael Maya Coronel, Carlos Albán Albán, Ángel Rocha Romero y Felipe Rivadeneira Miño, fueron los grandes anfitriones. Gonzalo Torres Bartelotti y Patricio Páez Moscoso nos dieron sus mejores canciones, cuyas voces y la guitarra que acompaña, las sentimos actuales y las mismas de antaño. El regreso nos fue impuesto por el horario que habíamos acordado; por poco quebrantamos esta regla, puesto que nos sentíamos en casa, con nuestros recuerdos, con especiales amigos y música, ambiente muy propicio para “seguir”…. Gracias amigos por haber contribuído a compartir recuerdos inolvidables.

Publicado en La Gaceta el 14 de junio de 2024. Link no disponible.

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