A 102 años del fallecimiento del gran Belisario Quevedo Izurieta: Noviembre 11 de 1921

“Las opiniones publicadas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan la opinión de la Asociación de Cotopaxenses Residentes en Quito. Todas las opiniones han sido publicadas con la expresa autorización de sus autores.

Yo le considero a Quevedo uno de los grandes de nuestra historia republicana.

Fallece sin llegar a los 40 años de edad, fue hijo y nieto de valiosas personalidades latacungueñas.

Belisario Quevedo fue un adelantado en el tiempo, historiador, sociólogo, maestro y filántropo.

En Quito, el Instituto Nacional Mejia, la Sociedad Jurídico Literaria y la secretaria de la presidencia (entre otros cargos) pudieron disfrutar de su talento.

Fue además un incomprendido, como muchos intelectuales en el Ecuador, pero superó escollos y su sapiencia luego fue conocida y valorada, su texto de historia nacional y especialmente sus obras acerca de la realidad histórica y social de su tiempo, hicieron de él un intelectual buscado para disertaciones y conferencias.

Cuando volvió a Latacunga, cargado de fama, ocupo el cargo de rector del colegio Vicente León, allí impulsó obras de verdadero progreso para la institución, como el inicio del afamado museo zoológico con el apoyo de su primo Marco Tulio Varea Quevedo.

Era hombre de decisiones acertadas y bien meditadas, apoyo a su familia en su testamentaria, así como a los obreros en Quito, una ciudadela lleva su nombre allí, en fin, fue un hombre superior.

Basta leer su Corona Fúnebre para darnos cuenta clara de su importancia nacional.

Y es que Quevedo fallece en funciones de rector del colegio citado, tenía apenas 38 años; una epilepsia no controlada adecuadamente en sus últimos momentos, lo llevo a la tumba.

Celebridades como Velasco Ibarra deploraron su fallecimiento, muchos hombres públicos dejaron por escrito sus sentimientos de pesar.

En Latacunga el impacto de su muerte, no fue asimilado sino años después, tanto así que, se tomó la decisión de que el colegio no tuviese rector titular por dos años, actuó como autoridad el Vicerrector Rafael Silva Tapia, solo en 1923 se designó a Marco Tulio Varea Quevedo como tal.

El forma parte de la saga de Quevedo que dirigieron el plantel vicentino: su abuelo Rafael Quevedo Pozo inicia dicha saga, luego dos hijos de éste fueron también rectores: Vicente Quevedo Maldonado y Belisario Quevedo Figueroa; luego tenemos dos nietos: Belisario Quevedo Izurieta y Marco Tulio Varea Quevedo.
Sigue la saga con dos bisnietos de Quevedo Pozo, se trata de José Gabriel Terán Varea y José Varea Donoso y, finalmente un tratamiento: Rafael Lanas Varea.

Belisario Quevedo Izurieta fallece hace 102 años como queda dicho, pero nos ha heredado sus obras, su pensamiento, sus ideales y verdades sobre los acontecimientos históricos y de su tiempo; el Banco Central publicó sus obras compensadas en un solo tomo.

En Latacunga hay una calle central que lleva su nombre, además el Instituto de Maestros en Pujili y una parroquia al sur oriente de Latacunga.

Yo le considero junto a Ignacio Flores y a Vicente León la trilogía de grandes latacungueños de la historia ante América y el mundo.

Hoy, en esta fecha especial para Latacunga lo recordamos de manera especial.

Con afecto y respeto

Paul García Lanas

Compartir publicación