A pesar de no haber nacido aquí, lo considero un latacungueño, un relevante latacungueño sin duda.
Miguel nació en Yaguachi el 17 de agosto de 1941, su madre Blanca Jaramillo Houget ( de origen materno francés) residía en esta población costeña.
Su padre, Gustavo Iturralde Parreño fue multifacético: historiador, militar, político y demás. Su abuela Natalia Parreño Alcibar fue una de las primeras administradoras públicas de Latacunga a finales del siglo 19.
La carrera estudiantil y militar de Miguel tuvo siempre triunfos y acciones de relevancia, desde Comandante de la Escolta Presidencial hasta la Comandancia General del Ejército, su carrera fue muy bien vista por los ecuatorianos, pues por la ciudad donde actuó, sus ciudadanos y autoridades lo recuerdan con afecto y respeto.
Y además en otros países reveló su profesionalismo, carisma y personalidad.
Yo resalto justamente eso de Miguel, no solo su capacidad intelectual y militar como estratega, sino además su carisma y la forma como llegaba a la gente, al ciudadano, al pueblo en si, pues los testimonios así lo nos lo dicen; en eso heredó el carácter y forma de actuar de su padre.
Basta leer los reconocimientos y condecoraciones, para avalar lo mencionado. Su carrera fue de triunfos y buenas acciones. Siguiendo los pasos de otros relevantes Generales latacungueños en las tres armas de las FFAA, que también son ejemplo histórico del siglo 20 ecuatoriano.
Lamentablemente un imperdonable y horroroso accidente nos alejó de él físicamente, falleciendo de apenas 53 años de edad, dejando a sus familiares en un estado de tristeza irreparable.
Su digna esposa Susana Maya Coronel, a quien le envio mis respetos, fue un soporte en su vida, sin duda hoy ella lo debe recordar con especial unción.
Mis saludos también a sus hijos, Gustavo, Miguel, Natalia y José.
Hoy su hijo Gustavo se encuentra al frente (igual que su padre) de la Brigada de Fuerzas Especiales 9 Patria, allí, Gustavo mirará el retrato de su padre, y seguro estoy que solo eso es necesario para que su acción administrativa sea lo que sus combatientes subalternos esperan en el día a día.
Su perdida no fue un obstáculo para que sus hijos, sigan su camino y ejemplo, sus hijos gemelos Gustavo y Miguel son brillantes militares, Miguel hijo, es además un reconocido historiador militar, su obra escrita años atrás, ya lo revelaba como tal.
Hoy recordamos a Miguel Iturralde como el caballero de la paz, el amigo filial, el compañero ideal, el padre sincero y protector, el jefe al que todos han respetado y bien recordado.
Un saludo especialisimo a su querida familia, a la cual me unen parentescos de consanguinidad y afinidad.
Consta Miguel como uno más de los grandes Valores Humanos de Latacunga y el país, vale la pena entonces, seguir los “pasos inconclusos de un líder” como titula su hijo en la obra biografica de su ilustre padre.
Con afecto y respeto
Paul García Lanas