Reseña Histórica

El 2 de diciembre de 1931, se forma el grupo “ Plenitud”, de universitarios de Cotopaxi residentes en Quito, bajo la presidencia del Sr. Leonardo Rivas C. (Fuente: La Gaceta, 15 de diciembre de 1931).

Los seres humanos sentimos un llamado interior a buscar identidad, una empatía, afinidad natural o un atractivo sensorial. Somos sociables por naturaleza.

Esta motivación hizo que latacungueños que ocupaban eminentes cargos en la Capital, otros siendo profesionales distinguidos o simplemente amigos y parientes de los anteriores, pero que venían de la misma raíz, retomaran viejas conversaciones sociales y propusieran reunirse frecuentemente para intercambiar ideas, comentar de sus proyectos, saber de otras propuestas, alimentarse de recuerdos o quizá dar una pequeña alegría de amistad y familiaridad.

Aquellos personajes fueron sumándose y madurando la ilusión de formar una Asociación que acoja a este grupo; futuros integrantes de la Asociación de Residentes de la Provincia de Cotopaxi en Quito – ACRQ.

Reuniones previas en algunas casas y lugares relevantes, fueron dando forma a una ilusión. Se redactó un primigenio estatuto para ser discutido y aprobado.

Para el 19 de marzo de 1965 se cita mediante convocatoria por la prensa a una asamblea de Cotopaxenses Residentes en Quito, con el fin de nombrar el Directorio y revisar el documento redactado, de los estatutos futuros que regirán los destinos de esta nueva organización.

Primer Directorio Provisional de la Agrupación de Cotopaxenses.

PRESIDENTE EFECTIVO: Dr. Nicolás Augusto Maldonado T.
VICEPRESIDENTES: Drs. Manuel Eduardo Cadena Arteaga y Benjamín Terán Varea.
SECRETARIO: Sr. Antonio Terán Terán
PROSECRETARIO: Sr. Samuel Poveda T.
TESOREREO: Dr. Gustavo Hidalgo Maldonado

Es grandioso saber, que el bregar no es solo de un género: La Mujer, superlativo personaje en la vida, juega y ha jugado, un papel importante en la sociedad; como en el caso de la primera sesión de conformación de la Asociación, donde fueron cuatro las damas, que empujaron con su terneza y compromiso, a que se forme una sociedad, que acoja a coterráneos que, estando tan lejos y tan cerca de su Patria Chica, pudieron revivir añoranzas y promover nuevas quimeras.