¡Un Nobel muy merecido!

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A partir de 1901, en cumplimiento a la voluntad de Alfred Nobel, el Comité Noruego viene otorgando el “Premio Nobel de la Paz”, a personas o instituciones que han luchado por los derechos humanos, promoviendo el desarme o resolviendo conflictos. Las decisiones son adoptadas con absoluta rigurosidad, justicia, verificando los méritos y acciones realizadas por los candidatos escogidos que han calificado para hacerse acreedores.

La comunidad latinoamericana ha recibido con beneplácito y satisfacción la determinación de otorgar el Premio Nobel de la Paz, a María Corina Machado, como reconocimiento a su intensa y valiente lucha en favor de la democratización de Venezuela; pero, además, constituye un notable rechazo a la perversa dictadura de Nicolás Maduro, sujeto que ejerce el poder de manera ilegítima: perdió las elecciones de manera aplastante y contundente.

Son siete las personalidades de América Latina que han sido merecedores a esta máxima presea:
1. Carlos Saavedra Lamas (Argentina), 1936, por mediar entre Bolivia y Paraguay, después de la Guerra del Chaco;
2. Adolfo Pérez Esquivel (Argentina), 1980, por su denuncia a la violencia del régimen militar del general Videla;
3. Alfonso García Robles (México), 1982, debido a sus esfuerzos para que América sea región libre de armas nucleares;
4. Oscar Arias Sánchez (Costa Rica), 1987, por su trabajo para poner fin a las guerras civiles en América Central;
5. Rigoberta Menchú (Guatemala), 1992, en defensa de los pueblos indígenas en su país;
6. Juan Manuel Santos (Colombia), 2016, por sus afanes para terminar los más de 50 años de guerra civil; y, en esta ocasión,
7. María Corina Machado (Venezuela), 2025, por su labor en favor de la democracia en su país.

El Premio en mención constituye la mayor bofetada que puede recibir Maduro y sus secuaces; evidencia el rechazo universal a la dictadura maloliente; y, un reconocimiento a un pueblo que ha sufrido los excesos de un gobierno espurio que ha cometido crímenes atroces, y, además, porque estaría alineado al crimen organizado transnacional. No existe país u organismo internacional responsable que no lo haya repudiado y condenado.

Actualmente, la mayoría de los países atraviesan momentos de crisis de valores, conflictos, migración ilegal, extremismo de grupos que sólo buscan el caos y la anarquía, asociados con el tráfico de drogas que aliena principalmente a los jóvenes. El Premio Nobel de la Paz es, por consiguiente, una manera de expresar la absoluta insatisfacción de la gente porque sigan produciéndose tales eventos que socavan los cimientos de la civilidad.

Maria Corina Machado ha dado a su país nuevos aires de libertad a su patria; simboliza la esperanza de un pueblo maltratado que anhela recuperar la democracia, y singularmente por contribuir a eliminar el cáncer del castro-chavismo en la región, que tanto daño a causado. El Comité ha concluído que “Machado ha mostrado que las herramientas de la democracia son también las herramientas de la Paz”.

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