Sus propietarios: desde Francisca Sinagsichi de Hacho en 1579, hasta el Municipio de Latacunga en 1979.
Está singular propiedad agricola hasta 1685, se transforma en hacienda obraje desde aquel año, por su nuevo propietario el español Fernando Dávalos Sotomayor.
De su historia se ha dicho de todo, que fue el espacio de un Monasterio, o que allí se reunieron los patriotas como antesala al Primer Grito de Emancipación Política de Latacunga en 1820, ninguna de las dos versiones ha tenido el debido sustento documental hasta ahora.
Sin embargo de ello, fue la historiadora Alexandra Kennedy Troya, quien, en base a un estudio muy prolijo de casi dos años, nos despejó lo que siempre se conoció de manera general: que Tilipulo ha sido primordialmente una HACIENDA OBRAJE, con elementos y documentos que prueban lo dicho hasta la saciedad.
Es más, años atrás se impidió que dicha historiadora publique su trabajo investigativo, en favor de nuestra identidad patrimonial; intereses personales de determinada autoridad municipal, no autorizó que se haga pública su verdadera historia, en fin, la Sra. Kennedy permitió que el suscrito resuma su investigación en la obra Latacunga: lo Humano y lo Urbano, en 2020.
Realicé una cronología de sus 25 propietarios, desde la esposa del Cacique Sancho Hacho de Velasco, hasta el Municipio en 1979.
Durante este trayecto de siglos, han estado al frente de Tilipulo grandes personalidades, que fueron honrados con las cuentas de la hacienda y los indígenas que alli vivían y laboraban, como fue el caso del Marques de Miraflores en 1763.
Fue su propietario además el gran terrateniente y político José Modesto Larrea Carrion en 1833, luego vemos allí a Manuel Gómez de la Torre en 1862, quien pasó la propiedad a la familia Cañadas, dónde empezó el descenso de producción obrajera (telares etc), aparte de los alfalfares, huertas, cosechas etc., es entonces que la vieja hacienda pasa a poder de la familia de Emilio Alvarez Tinajero desde 1905 por tres generaciones hasta su nieto René Álvarez Álvarez en 1957, quien la enajena al Municipio de Latacunga en 1979, en la alcaldía del Dr. Gonzalo Zuñiga Alcázar.
Los mitos, aparte de los mencionados no han parado, se ha dicho que allí estuvo Bolivar junto a Manuelita, que el mismísimo García Moreno ubicó allí el gran eucalipto en la parte posterior junto a la laguna artificial, que toda la construcción es colonial y no así, pues el jesuita Pedro Bruning proyectó las arquerías que dan al patio en tiempo de los Sres. Alvarez a inicios del siglo XX.
La capilla si es colonial, y las paredes muy anchas como parte de la infraestructura adjunta también lo son. Lo demás, es Republicano y contemporáneo, pues un ex alcalde mandó a construir unos aditamentos arquitectónicos, que desmerecieron al conjunto histórico, sin respetar su estilo y el importante pasado de esta hacienda obraje.
Los diferentes gobiernos municipales desde 1979, no han demostrado ser buenos administradores de Tilipulo, que espera mejores días para ser visitada por todos quienes desean saber algo mas de su historia.
El suscrito entregó hace algún tiempo un resumen de su historia, de su verdadera historia, que es conocida y difundida por las dos damas funcionarias que allí laboran eficientemente.
Algún momento, hasta se impidió, que a un kilómetro de distancia de la hacienda obraje, se construya un camal, sin poder responder sus promotores, de manera concreta, en que le afectaba a la historica propiedad una edificación de esas características, en fin, luego se «construyó» un parque llamado «de la familia» con una inversión que ha causado polémica y hasta malestar. En fin.
Un poco también, se ha sobredimensionado, a mí criterio, acerca de la historia de Tilipulo, quizá por ello, hubo que acudir a los mitos, como para darle algo más de importancia, pues si bien es una singular hacienda obraje, no tiene mas que lo que ya se sabe en su historia: fechas, protagonistas, producción y algo mas.
Entonces, que hacer con Tilipulo? A mí criterio, concesionar a una empresa privada de turismo, que conoce profesionalmente su labor, y así, ponerle a disposición del turista nacional e internacional.
La imagen que se adjunta, corresponde al gran fotógrafo Sr. Fernando Zapata School, debidamente coloreada luego.