LA EMBLEMATICA CASA  “ARANJUEZ”  DE  LATACUNGA

“Las opiniones publicadas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan la opinión de la Asociación de Cotopaxenses Residentes en Quito. Todas las opiniones han sido publicadas con la expresa autorización de sus autores.

Sobre las construcciones en Latacunga, se ha elucubrado mucho en realidad, la falta de investigación histórica y especialmente, del conocimiento cabal y concreto de la historia urbana de esta ciudad, han hecho que algunos “investigadores y escribidores”, describan equivocadamente los datos de determinada casa, parque, edificación pública, etc., etc.

La tan renombrada casa y/o quinta “Aranjuez” no es la excepción, pues se han rumorado una serie de cuentos y descripciones erróneas acerca de su verdadera historia, se ha llegado a decir que fue una quinta de los Marqueses o condes de Aranjuez, que la utilizaban para sus paseos y sitio para vacacionar, en fin, una serie de cuentos salidos, no sé de dónde.

En 2018 se ha escrito en uno de los números del Periódico Cultural “Molinos Monserrat”, edición de la Casa de la Cultura de Cotopaxi, un artículo acerca de esta edificación, donde la mayoría de los datos no se acercan a la verdad (con algunos “falsos históricos”), pues la idea de que se denominara “Aranjuez”, no fue de la familia Cuesta en el siglo XIX, no es así, ya que la idea toma forma y fuerza efectiva, es cuando los nuevos propietarios a inicios del siglo XX, construyen la edificación que hoy conocemos en estilo neoclásico, es decir nuevo clásico.

Según el Licenciado Eduardo Paredes Ortega, el propietario fue el ciudadano Tomás Cuesta a mediados del siglo XIX, ese es un tema que no entra en discusión, pero no fue él quien ordenó la construcción actual, no, pues la propiedad pasó a manos de sus herederos, es decir la familia Viteri Cuesta, de don Elisio Viteri Cuesta y luego de sus herederos, los Viteri Tapia, quienes enajenan la propiedad, el terreno con la sencilla y pequeña construcción a los esposos Luis Pazmiño Cárdenas y Virginia Cajiao Ponce. Dicho sea de paso, el citado, Sr. Tomás Cuesta, corresponde a las mismas familias Cuesta Tapia y Cuesta Vásconez de Ambato, reconocidos y afamados empresarios.

La construcción del siglo XIX, no era de importancia urbana realmente, tanto así que no consta como parte de las casas relevantes de la época en el primer plano de la ciudad del siglo XX.

El espacio llamado “el vergel” es donde se encuentra la edificación, junto al río Yanayacu (rio negro), era un ejidal amplio y que desde 1929 se ubica allí al oriente, el aeródromo municipal hoy Aeropuerto Cotopaxi.

Quienes eran los esposos Pazmiño Cajiao?, sepamos un poco de estas dos familias brevemente.

Luis Pazmiño Cárdenas, nació en Latacunga, su padre se llamó Antonio Pazmiño Tabera (quiteño) y su madre fue Fabiana Cárdenas (de origen cotopaxense). Su padre fue propietario de la casa que fue de los Marqueses de Maenza (familia Matheu), una residencia de casi media manzana en pleno centro de la ciudad, el señor Pazmiño Tabera fue casado en primeras nupcias con una señora Terán Flores, de quien se separó y luego Antonio casó con la Sra. Fabiana Cárdenas, y residieron en esta casa, ubicada en la esquina nor occidental del ahora parque Vicente León, junto a Banco Pichincha, propiedad que fue dividiéndose a lo largo del siglo XX, quedando la parte principal con Julio Pazmiño Cárdenas, y luego con el hijo de éste llamado Gonzalo Pazmiño Cajiao, quien la vende en 1975 al señor Luis Eduardo Tovar Duque, que la hizo declarar propiedad horizontal y hoy es un centro de comercio y demás.

Pues bien el citado señor Pazmiño, junto a su esposa adquieren la casa a la familia Viteri en la década de los años 20 del pasado siglo. Vale decir que su esposa Virginia Cajiao Ponce fue hija de Juan María Cajiao Guerrero (de origen colombiano, nacido en 1850 en Latacunga y muerto en Quito en 1920) y Ubaldina Ponce Jaramillo, de vieja familia quiteña y cotopaxense. En tal virtud, los esposos Pazmiño Cajiao, deciden pedir al agrimensor latacungueño Juan García Berrazueta que elaborare un proyecto, similar a una parte de la fachada de la Casa Blanca de los Estados Unidos, al menos en el frontispicio, algo que realmente llamó la atención en aquellos años, ya que el neoclásico estaba, por así decirlo “de moda”, pues muchas edificaciones fueron levantadas en este estilo en Latacunga, por ejemplo, el Palacio Municipal.

Juan García era uno de los dos agrimensores en aquellos años, el otro era José María Quevedo Maldonado; García era hermano de Miguel, que fue casado con Francisca Pazmiño Cárdenas, hermana de Luis, es entonces que se entiende la relación familiar por afinidad y por lógica, pues este proyecto fue anterior a 1920, año en que fallece el citado agrimensor García Berrazueta.

Sepamos brevemente quien fue el mencionado agrimensor García Berrazueta: es el segundo de los hijos del quiteño Ignacio García Capelo y la latacungueña  María Dolores Berrazueta Guerrero (hija del prócer del “Once de Noviembre”, el portovejense Pedro León de Berrazueta Burgos) y fue bautizado en Latacunga el 19 de diciembre de 1858 (falleció Juan en Latacunga el 9 de mayo de 1920). Desde finales del siglo XIX fue elegido Alcalde 2º Municipal en Latacunga, concejal del Cabildo, en 1906 fue Procurador Síndico del mismo, y en 1915 Alcalde 1º Municipal, para enero de 1920 fue Juez Civil en San Felipe.

Estudió además agrimensura en España, a inicio del siglo XX, pasó a su regreso por Panamá donde formó parte de la construcción de aquel Canal, en la parte de las exclusas del llamado “Lago Gatún”; Canal que concluyó su construcción en 1914.

Se casó García con Rosa Villegas Proaño, tuvieron sucesión, sin embargo sus hijos fallecieron en tierna edad.

Juan García Berrazueta, formó familia con María Mercedes Ayala Ponce, en quien tuvo a: Carlos, Evangelina y José Julio García Ayala, todos con importante sucesión.

Siguiendo con el tema de la casa de estilo neoclásico. De esta residencia se han elucubrado muchas cosas y situaciones, realmente fue una casa por decir algo “suntuosa” para la época, además era una residencia poco usual, por su ubicación y estilo, pero que allí se hayan dado reuniones sociales públicas, con presencia de reinados de belleza y/o autoridades locales, no es así; las reuniones eran de carácter familiar y nada más, donde concurría lo más granado de la sociedad de la época, sin duda, pero que fue el espacio para reuniones sociales más amplias con personalidades y/o autoridades de renombre, es dudoso realmente.

El autor de estas líneas, por ser sobrino bisnieto de los propietarios, procuró investigar algo de esta residencia años atrás, logrando obtener datos de su construcción, de algunas reuniones sociales y familiares, pero nada más. Es más, la propiedad fue de la familia Pazmiño Cajiao hasta más o menos 1967, pues solamente uno de los hijos residía en esta ciudad, y decidieron venderla a la Fuerza Aérea Ecuatoriana. La relación familiar con el suscrito tiene que ver con la señora Josefina Cajiao Ponce, casada con Carlos García Pazmiño (hijo de Francisca Pazmiño Cárdenas, hermana del propietario), ambos, Carlos y Josefina, son abuelos del señor Paúl García Lanas.

Enseguida se señala algo que se ha encontrado en la Internet, referente a esta casa, con algunas verdades y otras falsedades.

“Fue construida a mediados del siglo XIX, para residencia de familias conocidas y recreo favoritos de viandantes; su propietario inicial Sr. Tomás Cuesta en 1856 queriendo mejorarla estilo español rural, con corredor de piedra sillar, pilastras y balaustradas, en cuyo fondo resaltaban las habitaciones  de teja y terraza, la hipotecó por 600 pesos a mutuo y el tiempo de 6 años al Colegio de Latacunga.

Al despuntar el nuevo siglo, la quinta estuvo en manos de la familia Viteri, quienes la enajenaron a Don Julio Pazmiño Cárdenas y esposa Virginia Cajiao. Ellos derrocaron la infraestructura original, edificando desde 1912 una nueva de estilo neoclásico con el asesoramiento del agrodimensor Miguel García Berrazueta.

El nombre Aranjuez, fue iniciativa del Sr. Tomas Cuesta recordando la villa española cercana a Madrid, población interesante y hermosa renombrada por sus aromosos jardines, huertos, bosques, fuentes e innumerable variedad de plantas y flores como las mismas que se cultivaban en antaño en la Quinta Aranjuez de Latacunga; añoranza de una herencia de familias que la hicieron hermosa, hermosa morada de recreo con paisaje único, sol equinoccial desde oriente y allá al fondo el Cotopaxi guardián eterno de la serranía”.

Fuente: Internet, en el espacio “Ama Latacunga”

Sobre esta edificación han escrito:

— El artículo del Licenciado Eduardo Paredes Ortega, con el título “Quinta Aranjuez”, editado años atrás en Diario “La Gaceta” de esta ciudad;

— El Arquitecto Eduardo Meythaler Quevedo en el periódico Cultural “Molinos Monserrat”, edición 54, de 25 de junio de 1999, con el título “QUINTA ARANJUEZ: PATRIMONIO CULTURAL EDIFICADO;

— Un artículo del citado Arquitecto Meythaler Quevedo, en la revista de construcción “construya”, con el título “Patrimonio Cultural de Latacunga”, página 38, edición 003, año 2, mayo 2001;

Se conocen dos (2) planos de la ciudad de Latacunga, el primero (en blanco y negro) que fue editado en la Enciclopedia Espasa Galpe, hacia 1917, correspondiendo al primero a escala de la ciudad, donde no se aprecia nada sobre la casa, que años después se denominaría “Aranjuez”, plano donde se resaltan las edificaciones importantes en negrilla. El segundo plano corresponde al primer elaborado por el “Servicio Geográfico Militar”, del año 1930, allí ya consta como destacada edificación de la ciudad la “Quinta Aranjuez”, se la puede apreciar claramente en el plano citado, resaltada en rojo.

Conocemos además todo lo referente al estilo NEOCLASICO, tomado de una obra seria de la historia de los estilos (edición CEAC), con referencias que nos hacen comprender de mejor manera el estilo de la casa, sus componentes: columnas y demás elementos.

En lo que corresponde a la parte arquitectónica de la casa, estructura, estilo y demás, lo escrito por el Arquitecto Eduardo Meythaler Quevedo, completa perfectamente los datos que aquí se exponen, pues él como pionero de la Declaratoria de Patrimonio Cultural del Estado al Centro Histórico de Latacunga en 1982, conoce  perfectamente los detalles de este estilo impuesto en la construcción por parte de sus propietarios a inicios del siglo XX, ya que era común proponer copias de estilos y construcciones famosas en el mundo, como es el caso de la Casa Blanca de los Estados Unidos, pues quizá, el propietario la conoció y tuvo la idea de construir algo parecido en su ciudad, su economía lo permitía además.

Algún momento vamos a reunir mas documentación suficiente y pertinente para lograr, una historia concreta de esta casa, que hoy forma parte de una instancia administrativa de Cultura del Gad Municipal de Latacunga (al frente el Sr. Gabriel Cisneros A.), en espera que se la preserve adecuadamente, sin adulteraciones y derrocamientos, como el último que hicieran quienes la “restauraron”, cuando quitaron la parte superior, con paredes y ventanales que eran parte del diseño original y lo efectuaron supuestos profesionales, pero que poco o nada conocen de la historia urbana de nuestra ciudad.

Se adjuntan a esta narración dos perspectivas de esta edificación patrimonial latacungueña, captadas por el Ing. Carlos García Meythaler.

Compartir publicación