La historia del Municipio de Latacunga

“Las opiniones publicadas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan la opinión de la Asociación de Cotopaxenses Residentes en Quito. Todas las opiniones han sido publicadas con la expresa autorización de sus autores.

La historia del Municipio en Latacunga tiene larga data, en la Colonia y parte de la República los Corregimientos fueron en gran parte los encargados mediante su máxima autoridad, el Corregidor, de administrar las ciudades y ordenar sus leyes conexas.

El Asiento de Latacunga, en la Colonia nunca contó con un cabildo, que era potestativo de villas y ciudades durante el dominio español.

Latacunga fue elevada a villa un 11 de noviembre de 1811, sin embargo de que a finales del siglo XVI (1599) hubo un intento de que sea considerada como tal, petición que fue negada por la Real Audiencia, pues los quiteños por razones económicas no les convenía tal ascenso, pues perdían el control de las mitas de Cotopaxi. Otro intento hubo en 1642, que también fue negado.

El honor lo confirió la Junta Superior de Quito, la fecha indicada: 11 de noviembre de 1811, allí Ambato quedaba todavía como Corregimiento, documento importante, que fue firmado, entre otros, por el Marqués de Maenza, Manuel Matheu y Herrera.

Con esta elevación jurídica a Villa se da origen al Cabildo latacungueño, allí está entonces el “nacimiento” del Municipio de Latacunga como tal, jurídicamente hablando, cosa que se concretó en 1813, pues la Constitución expedida por las Cortes de Cádiz del citado año dispone en sus artículos 267 y 276 se creen Cabildos Constitucionales en América.

La Real Audiencia de Quito instruye, en tal virtud, al Corregidor de Latacunga, Jorge Ricaurte, el 21 de octubre de 1813, que convoque las Juntas Electorales para tal objeto. En forma solemne se instala el Cabildo en la Iglesia de la Matriz, con asistencia de los electores. Lamentablemente esta instancia no duró, por Cédula Real la extinguieron, según una comunicación llegada a Toribio Montes que fungía como Presidente, Gobernador y Capitán General, por parte del Corregidor latacungueño. Los documentos nos hablan de la reaparición del Cabildo en 1822, cuando se requiere reclutar gente para que acompañen a Sucre a la gran Batalla de Pichincha, cuando el Mariscal se hospedó en Latacunga por 11 días desde el 2 de mayo de aquel año.

El camino a la libertad se logró en el país con los recursos humanos, políticos y económicos de patriotas de varios países americanos (incluidos ingleses), fue un camino largo y tortuoso, se dieron las guerras y batallas de los primeros años del siglo XIX, como olvidar las hazañas del 10 de agosto de 1809, la masacre del 2 de agosto de 1810 y, ante todo la presencia activa de mujeres y hombres como Manuela Cañizares, Eugenio Espejo, Carlos Montufar, Manuel Matheu, etc. Con todas estas acciones heroicas, el camino, el sendero feliz de la libertad estaba dado, y es así como en el año de 1820 nuestros patriotas lograron que casi todas las ciudades del Ecuador lograran su emancipación, como por ejemplo: Esmeraldas: 5 de agosto; Guayaquil: 9 de octubre; Samborondón: 10 de octubre; Daule: 11 de octubre; Baba: 12 de octubre; Jipijapa: 15 de octubre; Naranjal: 15 de octubre; Cuenca: 3 de noviembre; Guaranda: 10 de noviembre; Machachi: 11 de noviembre; Latacunga: 11 de noviembre; Riobamba: 11 de noviembre; Ambato: 12 de noviembre; Alausí: 13 de noviembre; Loja: 18 de noviembre; Tulcán: 19 de noviembre; Zaruma: 26 de noviembre, etc.

Lo cierto es que prácticamente todo el país obtuvo la libertad política, es decir la emancipación o separación de España, excepto Quito y Pasto, pues en la primera estaba todo el poder militar español, y en la segunda, se estaba todavía combatiendo, esto fue, antes de la llegada de las tropas de Bolívar y San Martín.

Aquí en Latacunga el cuartel realista se ubicaba junto al Convento de Santo Domingo, se denominaba “Los Andes” y estaba al mando de un militar español llamado Manuel Morales, quien al mando de no más de 60 hombres no pudo con la furia de los patriotas latacungueños, que la noche anterior al 11 de noviembre se reunieron en la hacienda denominada “Tilipulito” (no en Tilipulo como se ha venido mencionando) para organizar la toma de dicho cuartel, y en efecto, más de 200 patriotas dirigidos por el ambateño Lizardo Ruiz Villacreses, el ibarreño Fernando Sáenz de Viteri y el latacungueño Calixto Pino Iturralde dieron fin a la opresión española, obligando a Morales y su gente a rendirse, en una acción que se dio en la tarde de aquel 11 de noviembre de 1820, donde parece, no hubo la masacre que algunos escritores nos quieren hacer creer, pues los acontecimientos en torno a la libertad se estaban dando como vemos en casi todo el país, de tal forma que, a Morales no le tocó otra que rendirse (existen autores que aseveran que falleció de un tiro del “bermejo” Juan José  Linares), inclusive, al otro día 12 de noviembre Ambato también obtiene su emancipación, por lo tanto todo estaba ya consumado.

Posteriormente, como todos sabemos, se dan las gloriosas batallas del 24 de mayo de 1822, donde la estrategia del Mariscal Sucre hizo que el triunfo sea una hermosa realidad, hay que recordar que Sucre llegó a Latacunga el 2 de mayo de aquel año con más de 2500 soldados, pasó 11 días en nuestra ciudad preparando con todos los patriotas la gran batalla y partió hacia la cima de la libertad a marcar un hito en la historia de nuestra patria, por ello en Latacunga existe una calle con el nombre de “Dos de Mayo”. Siguiendo con el tema, la libertad se va consolidando y se da la gran Batalla de Tarqui un 27 de febrero de 1829, jornada gloriosa para las armas grancolombianas dirigidas por los soldados Antonio José de Sucre y Juan José Flores, y sería este último que, en esta gesta, fue ascendido al grado de General La historia del Municipio en Latacunga tiene larga data, en la Colonia y parte de la República los Corregimientos fueron en gran parte los encargados mediante su máxima autoridad, el Corregidor, de administrar las ciudades y ordenar sus leyes conexas.

El Asiento de Latacunga, en la Colonia nunca contó con un Cabildo, que era potestativo de Villas y Ciudades durante el dominio español.

Latacunga fue elevada a Villa un 11 de noviembre de 1811, sin embargo de que a finales del siglo XVI (1599) hubo un intento de que sea considerada como tal, petición que fue negada por la Real Audiencia, pues los quiteños por razones económicas no les convenía tal ascenso, pues perdían el control de las mitas de Cotopaxi. Otro intento hubo en 1642, que también fue negado.

El honor lo confirió la Junta Superior de Quito, la fecha indicada: 11 de noviembre de 1811, allí Ambato quedaba todavía como Corregimiento, documento importante, que fue firmado, entre otros, por el Marqués de Maenza, Manuel Matheu y Herrera.

Con esta elevación jurídica a Villa se da origen al Cabildo latacungueño, allí está entonces el “nacimiento” del Municipio de Latacunga como tal, jurídicamente hablando, cosa que se concretó en 1813, pues la Constitución expedida por las Cortes de Cádiz del citado año dispone en sus artículos 267 y 276 se creen Cabildos Constitucionales en América.

La Real Audiencia de Quito instruye, en tal virtud, al Corregidor de Latacunga, Jorge Ricaurte, el 21 de octubre de 1813, que convoque las Juntas Electorales para tal objeto. En forma solemne se instala el Cabildo en la Iglesia de la Matriz, con asistencia de los electores. Lamentablemente esta instancia no duró, por Cédula Real la extinguieron, según una comunicación llegada a Toribio Montes que fungía como Presidente, Gobernador y Capitán General, por parte del Corregidor latacungueño. Los documentos nos hablan de la reaparición del Cabildo en 1822, cuando se requiere reclutar gente para que acompañen a Sucre a la gran Batalla de Pichincha, cuando el Mariscal se hospedó en Latacunga por 11 días desde el 2 de mayo de aquel año.

El camino a la libertad se logró en el país con los recursos humanos, políticos y económicos de patriotas de varios países americanos (incluidos ingleses), etc., fue un camino largo y tortuoso, se dieron las guerras  y batallas de los primeros años del siglo XIX, como olvidar las azañas del 10 de agosto de 1809, la masacre del 2 de agosto de 1810 y, ante todo la presencia activa de mujeres y hombres como Manuela Cañizares, Eugenio Espejo, Carlos Montufar, Manuel Matheu etc. Con todas estas acciones heroicas, el camino, el sendero feliz de la libertad estaba dado, y es así como en el año de 1820 nuestros patriotas lograron que casi todas las ciudades del Ecuador lograran su emancipación, como por ejemplo:

Esmeraldas: 5 de agosto; Guayaquil: 9 de octubre; Samborondón: 10 de octubre; Daule: 11 de octubre; Baba: 12 de octubre; Jipijapa: 15 de octubre; Naranjal: 15 de octubre; Cuenca: 3 de noviembre; Guaranda: 10 de noviembre; Machachi: 11 de noviembre; Latacunga: 11 de noviembre; Riobamba: 11 de noviembre; Ambato: 12 de noviembre; Alausí: 13 de noviembre; Loja: 18 de noviembre; Tulcán: 19 de noviembre; Zaruma: 26 de noviembre, etc.

Lo cierto es que prácticamente todo el país obtuvo la libertad política, es decir la emancipación o separación de España, excepto Quito y Pasto, pues en la primera estaba todo el poder militar español, y en la segunda, se estaba todavía combatiendo, esto fue, antes de la llegada de las tropas de Bolívar y San Martín.

Aquí en Latacunga el cuartel realista se ubicaba junto al Convento de Santo Domingo, se denominaba “Los Andes” y estaba al mando de un militar español llamado Manuel Morales, quien al mando de no más de 60 hombres no pudo con la furia de los patriotas latacungueños, que la noche anterior al 11 de noviembre se reunieron en la hacienda denominada “Tilipulito” (no en Tilipulo como se ha venido mencionando) para organizar la toma de dicho cuartel, y en efecto, más de 200 patriotas dirigidos por el ambateño Lizardo Ruiz Villacreces, el ibarreño Fernando Sáenz de Viteri y el latacungueño Calixto Pino Iturralde dieron fin a la opresión española, obligando a Morales y su gente a rendirse, en una acción que se dio en la tarde de aquel 11 de noviembre de 1820, donde parece, no hubo la masacre que algunos escritores nos quieren hacer creer, pues los acontecimientos en torno a la libertad se estaban dando como vemos en casi todo el país, de tal forma que, a Morales no le tocó otra que rendirse (existen autores que aseveran que falleció de un tiro del “bermejo” Juan José  Linares), inclusive, al otro día 12 de noviembre Ambato también obtiene su emancipación, por lo tanto todo estaba ya consumado.

Posteriormente, como todos sabemos, se dan las gloriosas batallas del 24 de mayo de 1822, donde la estrategia del Mariscal Sucre hizo que el triunfo sea una hermosa realidad, hay que recordar que Sucre llegó a Latacunga el 2 de mayo de aquel año con mas de 2500 soldados, pasó 11 días en nuestra ciudad preparando con todos los patriotas la gran batalla y partió hacia la cima de la libertad a marcar un hito en la historia de nuestra patria, por ello en Latacunga existe una calle con el nombre de “Dos de Mayo”. Siguiendo con el tema, la libertad se va consolidando y se da la gran Batalla de Tarqui un 27 de febrero de 1829, jornada gloriosa para las armas grancolombianas dirigidas por los soldados Antonio José de Sucre y Juan José Flores, y sería este último que en esta gesta, fue ascendido al grado de General con apenas 28 años de edad, y es así como resulta también ser el Primer Presidente de la naciente República del Ecuador en 1830.

 Estamos recordando 204 años del PRIMER GRITO DE EMANCIPACION POLITICA DE LATACUNGA, aquel emblemático 11 de Noviembre de 1820, que marca una nueva etapa, especialmente cuando desde 1928 se inician los festejos oficiales por tal evento histórico. Siempre será aquel 11 de Noviembre lo que nos impulse a respetarle más a la ciudad, a mirarle diferente, con más positivismo y un compromiso permanente de conocer más de nuestra historia humana y urbana.

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