Madre es ablativo de “mater”, del latín “matre”. Es principalmente “Hembra” respecto de su hijo o hijos.
Figurativamente, es causa, raíz u origen de donde proviene una cosa. Aquello en que figuradamente concurren algunas circunstancias propias de la maternidad.
Muchas frases se han creado a raíz de su gran significación, veamos algunas:
“Madre ardida hace hija tollida”: advierte que las Madres demasiado hacendosas que no dejan nada que trabajar a sus hijas pueden acostumbrarlas a la ociosidad.
“Madre holgazana cria hija cortesana”: adivierte el peligro a qué una madre puede exponer a su hija, dándole ejemplos de ociosidad.
“Quien no cree en buena madre, creerá en mala madrastra”: Da a entender que los que no hacen caso de advertencias amistosas, tendrán que al fin que abrir los ojos cuando experimenten el castigo.
“Ser tan virgen o doncella como la madre que la parió “: Se dice, en sentido irónico, de la mujer que se jacta de virginidad habiéndola perdido”.
En fin, el término tiene un sinnúmero de aspectos conceptuales, en temas tan amplios como la religión, la divinidad, la geografía, la historia, la literatura, la mitología, jurisprudencia, pero hoy, resaltaremos a nuestras Madres, a quienes les debemos tanto.
Todos quienes, disfrutamos de tenerlas, hasta cuando se despidieron en un “hasta siempre”, sabemos el sacrificio diario de criar, cultivar, educar, formar y más acciones en nuestro favor, de aquellas mamás que en su “día a día” y en su “noche a noche” no descansaban de pensar en lo mejor para sus hijos, de su bienestar, de salud y de sus buenas actuaciones.
Las mamás están en todo, no olvidan detalles, ni dejan pasar nada, en tanto y en cuanto, eso conlleve las grandes aristas del amor.
Es admirable lo que una madre hace por sus hijos, cuando pasan los años, la valoración aumenta considerablemente, allí recordamos nuestra juventud, cuando la madre nos reprendía por entregar un tiempo excesivo a “los amigotes” a quienes les escuchábamos con más atención que a los consejos de nuestras mamás.
Y es que la “edad del burro” debe ser el periodo más difícil para una madre, que lucha contra un hijo que demora en entender lo que su madre desea para él.
Actualmente, intuyo, que es más difícil estás situaciones de crianza, la madre lucha ahora con una tecnología, que deforma el verdadero interés que las Madres tienen, en su naturaleza de criarlos y educarlos.
Se juntan ahora “los amigotes” y “el celular”, además de ciertos vicios que las malas amistades conllevan, por eso hoy, ser Madre, es realmente una odisea, por así decirlo.
En el hogar, las que deciden a la final, el permiso para los hijos, son las mamitas, pues el Padre le dice al hijo que quiere salir: pídele permiso a tu mamá, allí se inicia la polémica jajajaja.
Los rencores de las Madres de hijos adolescentes, se convierten, años después, en verdaderas enseñanzas, más aún, cuando, somos padres y nos convertimos en los ejemplos para los nuestros.
Ahora que el nivel de vida de los seres humanos, permite tener padres, abuelos y hasta bisabuelos (hay casos de tatarabuelos), se debe aprovechar de sus consejos, y no porque el hijo es adulto, debe olvidar que la mamita, le mande un ‘chancletaso” como años atrás, no, ella siempre será la mamá cariñosa, afectuosa, firme, y ante todo amorosa.
Las Madres ahora tienen más acceso a ser profesionales, trabajan y además, otras son “padres y madres” en sus hogares, en tal virtud , merecen nuestro permanente respeto y admiración.
Que decir de las abuelas, aquellas dobles mamitas, que siempre seguirán dando consejos a los suyos.
Finalmente, mi saludo especialisimo, a mi recordada Madre Susana Lanas Varea de García Cajiao, que nos sigue bendiciendo, nos sigue cobijando, y eso nos reconforta y nos refuerza en amor para los nuestros.
A todas las Mamacitas, un feliz día, y a sus hijos, que las valoren, las amen, y nunca olviden que sus sanos consejos, deben ser nuestro día a día.
Con respeto y afecto