La voz de una ciudad que sueña y actúa

“Las opiniones publicadas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan la opinión de la Asociación de Cotopaxenses Residentes en Quito. Todas las opiniones han sido publicadas con la expresa autorización de sus autores.

En el corazón de la sierra ecuatoriana, donde las tradiciones ancestrales se entrelazan con los sueños modernos, Latacunga está escribiendo una nueva página en su historia. No es una página cualquiera: es el relato de una ciudad que decidió mirarse en el espejo de sus desafíos y, en lugar de esperar soluciones externas, levantó su voz, unió sus manos y se convirtió en protagonista de su propio destino. Así nació la Agenda de Acción Ciudadana de Latacunga, un proceso que no solo representa una serie de propuestas, sino el latido de una comunidad que cree en el poder de la corresponsabilidad, el cambio climático y los derechos humanos.

Todo comenzó con una idea simple pero revolucionaria: “La ciudad es de todos, y todos debemos cuidarla”. Bajo este lema, desde el 2018, Latacunga se convirtió en un Laboratorio Urbano, un espacio de experimentación social donde la voz de cada ciudadano cuenta. Con el apoyo de Grupo FARO y la Cooperación Técnica Alemana (GIZ), la ciudad se sumergió en un proceso de co-creación que involucró a niños, jóvenes, adultos y ancianos. Porque en Latacunga, todos tienen algo que decir, y cada opinión es un ladrillo en la construcción de un futuro más justo y sostenible.

La corresponsabilidad ciudadana no es un concepto abstracto en Latacunga. Es la práctica diaria de mirar más allá de uno mismo y entender que el bienestar colectivo depende del compromiso individual. En los parques, las plazas, las escuelas y hasta en las calles, se tejieron redes de participación que rompieron las barreras entre autoridades y ciudadanos. Porque en esta ciudad, las decisiones no se toman en oficinas cerradas, sino en el diálogo abierto, en el intercambio de ideas y en la acción conjunta.

Latacunga no es ajena a los efectos del cambio climático. El aumento de la temperatura, la variabilidad de las lluvias y la amenaza constante a sus recursos naturales han hecho que la ciudad actúe con urgencia. Pero aquí, el cambio climático no es solo una preocupación ambiental: es una llamada a la acción solidaria. La agenda recoge iniciativas como la reforestación urbana, la gestión de residuos y la educación ambiental, que no solo buscan proteger el entorno, sino también fortalecer la identidad y el orgullo latacungueño.

En Latacunga, hablar de derechos humanos es hablar de justicia, igualdad y dignidad. La agenda no solo visibiliza las vulneraciones que enfrenta la ciudadanía, sino que también propone soluciones concretas para garantizar el acceso a servicios básicos, la seguridad y la participación inclusiva. Aquí, los derechos no son privilegios: son herramientas para construir una ciudad donde cada persona, sin importar su edad, género o condición, pueda vivir con dignidad.

La Agenda de Acción Ciudadana de Latacunga no se construyó en silencio. Se cantó, se dibujó y se actuó. Niños plasmaron sus sueños en dibujos y canciones, como la emotiva “Cancion Comprometida por Latacunga”, que refleja la esperanza y el amor por una ciudad más verde y justa. En los tendederos de opinión desplegados por la ciudad, miles de personas compartieron sus ideas sobre cómo mejorar el entorno. Y en cada conversatorio, en cada taller, se encendió la chispa de la transformación.

De este proceso emergieron 12 iniciativas ciudadanas que son verdaderos ejemplos de cómo la acción local puede tener un impacto global. Desde la lucha contra la violencia de género con el programa “Juntas por una Vida Libre de Violencia”, hasta la promoción de huertos urbanos y la creación de espacios verdes con proyectos como “S.O.S: Sembrando Oxígeno Siempre”. Cada iniciativa es un reflejo de la pasión y el compromiso de una comunidad que no espera soluciones externas, sino que construye su propio futuro.

La Agenda de Acción Ciudadana de Latacunga no es solo un documento: es una declaración de intenciones, un mapa que guía a la ciudad hacia un futuro donde la corresponsabilidad, el respeto por el medio ambiente y la defensa de los derechos humanos son los pilares del desarrollo. En cada árbol plantado, en cada espacio recuperado y en cada voz que se alza, Latacunga demuestra que el verdadero poder está en la gente. Bajo la sombra del Cotopaxi, Latacunga sigue su marcha, resiliente y decidida, construyendo día a día una ciudad donde todos y todas tienen un lugar. Porque cuando una ciudad sueña junta, nada puede detenerla.

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