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Festividades navideñas gente apurada por vivir sus sueños, sin embargo la dura realidad los mantiene despiertos, los comerciantes de todo tamaño abren sus ojos con ansiedad, sabiendo que la circulación de dinero está  baja, en tanto los transeúntes se detienen y miran con deseos reprimidos las ofertas que no pueden aprovechar.

El escenario ecuatoriano es uno de los más complejos del continente dado que, a nivel  popular y medio no solo es la economía, sino el crimen y la droga que nos convirtió en tierras de complicidad oculta y corrupción en todo el sistema, tanto privado como público, demostrando que el proceso de la historia nos llevó por senderos inimaginables hace 30 años.

Estamos en situación de crisis, es necesario asimilarlo como conjunto social, no hay capacidad administrativa que conduzca hacia objetivos planificados y sólidos para enfrentar lo inesperado dentro de un planeta en conflicto y donde el egoísmo y las ambiciones son la moda.

La estructura social ecuatoriana es altamente compleja, los demuestran nuestros propios comportamientos, generalmente no cumplimos las reglas, buscamos cómo evadirlas y hacer trampas culpando siempre al otro, es decir la ética no parece estar presente en la gran mayoría, pero el gusto por el placer y el lujo nos impulsan y corrompen.

La ausencia de líderes sólidos nos avoca a elegir cualquier cosa y frente a los resultados de gestión armamos el reclamo, sin saber hacia dónde nos conducirán nuestras erradas decisiones, malo decirlo y mucho menos en tiempos de amor y ternura, pero no hay otra forma, en esta situación callar es estar de acuerdo.

La turbulencia de una red llena de inventores y mentirosos nos tienen agobiados, cada vez aparecen “falsos líderes” con cuentos y medias verdades, según ellos convertidos en informantes para la población, sin embargo los viejos captamos al tiro la jugada, pero a los jóvenes ni les llega, por eso en los próximos meses estaremos inundados de otras plataformas donde sarcasmo, mentiras y calumnias serán fuentes de inspiración y esperanzas. Veamos qué nos trae la campaña.

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