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Los técnicos petroleros honestos son bastantes. Encaran y denuncian un nuevo ataque a la riqueza petrolera del país con conocidas y trucadas manipulaciones legales, que incluyen a funcionarios del actual régimen, que pretenden “obsequiar” el mejor campo que sostiene al país a la china Andes Petroleum.

Se debe conocer y entender que el costo de producción por barril en ese campo promedia los $20 en manos ecuatorianas, de pasar a manos privadas costará al menos $45, más del doble pero enriquecerá a unos pocos y a la operadora.

Un conocido consorcio de abogados usufructúa por años estos temas haciéndose rico, bajo el criterio de que “quien paga gana”. El país hoy empobrecido y sin recursos no importa, así juegan estos y otros “letrados” que con este Gobierno, igual que los anteriores, infiltran su gente en el sistema de decisiones del sector petrolero.

Tema incomprensible para el público que acepta cualquier bulo y con la ayuda de ciertos medios se presenta como la gran jugada gubernamental cuando es todo lo contrario. Sutilmente pretenden enriquecerse con gentes nominadas en cargos de decisión con el preciso encargo de despojar lo poco que le queda al Estado ecuatoriano, esquilmado por tantos pícaros que pasan con distintas etiquetas. Así, de lo poco que queda, nos han ido desplumando para llenar sus paraísos fiscales. Igualmente convertido en un misterio, está la transferencia del OCP al país.

La decencia y valor permiten denunciar este tipo de movidas, el presidente de la Asociación de Trabajadores Petroleros, David Almeida, hizo público esto y muchas trafasías más, con el fin de que los que leen, escuchan y piensan conozcan que les están robando en sus propias barbas y se expliquen por qué los “gobernantes”, de lo primero que se “preocupan”, es de los sectores estratégicos que sostienen la economía, pero no para mejorar las cosas sino para beneficiar sus cuentas.

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