
Los templos latacungueños se levantaron desde finales del siglo XVI, tanto el clero secular como el regular, se instalaron en esta ciudad en el área fundacional, del hoy Centro Histórico, Patrimonio Cultural desde mayo de 1982.
En 1742 se realiza el primer juramento de los latacungueños, a la Devoción de la Virgen de las Mercedes, al declararla Patrona y Abogada del Volcán, pues habría parado la furia del coloso en diciembre de aquel año.
Justamente la imagen fue llevada a la elevación denominada El Calvario, donde se habría dado el milagroso hecho, en el mencionado 1742.
Hubo otros juramentos de renovación Mariana (1744, 1757, 1877) el último en 1945.
A partir de la creación de la Diócesis en 1963 (primer Obispo: Mons. Benigno Chiriboga) se realizaron varios eventos de demostración religiosa por parte de los latacungueños, a la citada Virgen del Volcán, se la coronó en multitudinario evento en 1966, en la explanada de la plaza El Salto.
Para esto, el entusiasta mercenario Nolasco Cevallos V. llevo a efecto un proyecto, para que se ubique en la elevación mencionada, una imagen de nuestra Patrona, se ejecutaron muchas acciones con autoridades y ciudadanía, se consiguieron presupuestos y las acciones, gestiones iniciaron en 1965, dos años después llegaba la gran imagen en enero desde Cuenca, obra de 5 metros de altura del famoso escultor Manuel Villa.
El conjunto arquitectónico tiene 26 metros de altura y 10,80 metros de ancho. Obra del arquitecto Eduardo Meythaler Quevedo.
Está obra nos cobija y nos bendice, pues representa lo mejor de la Devoción Mariana ancestral de nuestra vieja Tacunga (devoción además a las advocaciones de las Vírgenes de El Salto, del Rosario, de Loreto, etc.).
El Calvario merece ser visitado, desde allí además se admira nuestra singular ciudad patrimonial.
La imagen que se adjunta, debemos al amigo Francisco Cevallos Bethancourt, lo cual agradecemos. Algún momento las autoridades pertinentes, deben ubicar junto al monumento, una gran placa informativa, que resumiría la significación de esta magna obra, pues poseemos dicho texto, en expresiones de su autor Arq. Meythaler Quevedo, de esta forma, contribuir de manera seria a la historia de esta patrimonial obra, que requiere, como otras, que se conozca su historia, protagonistas y más detalles.